Bueno, cuando ayer quedé con mis amigas (sólo con 3 de ellas, las demás tienen que estudiar) me quede flipada. Una se ha tirado a 2 tíos y se ha liado con 2 más; otra se ha liado con 3 y la otra lleva un mes con un chico, y aunque no sean novios oficiales significa que pronto perderá al virginidad con él. Resumiendo, voy a ser la amiga friki que aún no lo ha hecho. Vale que en uno de mis pueblos sólo quedemos 2 amigas, pero esto es totalmente distinto. A estas las veré 6 días a la semana, hablaran de sexo, de chicos... Cada vez tengo menos en común con ellas y me siento fatal, aislada totalmente, como un puto cero a la izquierda. Ese día volví a casa casi al borde de la depresión, hoy no me apetecía quedar con ellas y me he pasado tota la tarde en casa con internet, tele, leyendo, viendo "pretty little liars" (una serie de la que estoy enamorada), y como no, tambien vomitando la excesiva merienda que he tomado. Mis amigas lo tienen facil, son guapas, extrovertidas, simpáticas y estan bien de cuerpo (especialmente la que ahora tiene 'novio' porque esa en el 2º y 3º trimestre adelgazo bastante y ahora tiene cuerpazo, es alta, rubia, morenita de piel, con ojos verdosos... totalmente deprimente). Yo en cambio no tengo nada que ofrecer, no soy ni guapa ni delgada, soy tímida y tartamudeo con los nervios; en fin, autoestima bajo no, lo siguiente. Y es que odio ser la única que seguirá siendo virgen, porque mi amiga con ese chico esta clarisimo lo que pasará... No levanto cabeza, hoy he vomitado casi al borde del llanto, y me entran tales ganas de llorar por cada esquina de casa que esta tarde me he tenido que tumbar en la cama a descargar mil lágrimas de frustración, odio, impotencia, y yo que sé de qué más. Ayer en mi día de frutas se ve que mi padre se sentía graciosísimo y en el trozo de pan que había en la mesa marcó con un lápiz una señal para que se notara si comía. Me parto papa, pegame un tiro ahora a ver que me duele más... Y mi hermana diciendo que si me fastidiaba era porque pensaba comer algun pedazo. Cómo si no me sintiera lo suficientemente mal con la comida como para que ahora me vengan diciendo que como mucho. Se acabó, mañana hago dieta. Me niego a seguir siendo la amiga gorda, la hija que se hincha a pan y galletas. Ojalá pudiera comprarme una vida nueva y mandar esta a la mierda.